María Lionza es una de las deidades más veneradas del espiritismo venezolano, un culto que combina elementos católicos, indígenas y africanos. Su figura es producto de un sincretismo que se remonta al siglo XX, cuando se empezaron a realizar ceremonias en su honor en la Montaña de Sorte, en el estado Yaracuy.
La historia de María Lionza se basa en la tradición oral y en diversas versiones que han surgido a lo largo del tiempo. Según una de las más conocidas, María Lionza fue una princesa indígena llamada Yara, hija del cacique Yaracuy, que nació con los ojos de color verde, lo que era considerado un signo de maldición. Su padre la ocultó en una cueva para protegerla de los españoles y de los enemigos de su tribu.
Un día, Yara salió de la cueva y se encontró con una laguna donde se bañaba una gran anaconda. La serpiente quedó fascinada por la belleza de la princesa y la raptó para llevársela a su guarida. Allí, Yara aprendió los secretos de la naturaleza y se convirtió en una poderosa hechicera. La anaconda le enseñó a dominar a los animales y a comunicarse con los espíritus.
Con el tiempo, Yara logró escapar de la anaconda y regresó a su pueblo, donde fue recibida con alegría por su padre y su gente. Sin embargo, los españoles llegaron a la región y atacaron a los indígenas. Yara usó sus poderes para defender a su pueblo, pero fue capturada por los conquistadores, que la quemaron en la hoguera.
Antes de morir, Yara invocó a los espíritus de la naturaleza y se transformó en una diosa. Su cuerpo se convirtió en una montaña y su espíritu quedó ligado a la laguna donde había conocido a la anaconda. Desde entonces, se le conoce como María Lionza, María de la Onza o Guaichía, y se le representa como una mujer blanca con una corona de oro que monta una onza o un tapir.
María Lionza es considerada la reina y líder de las tres potencias, junto con el cacique Guaicaipuro y el Negro Felipe, que representan las raíces indígenas y africanas del pueblo venezolano. Su culto se basa en la comunicación con los espíritus que forman parte de diferentes cortes o legiones, como la corte india, la corte negra, la corte médica, entre otras.
Los devotos de María Lionza acuden a la Montaña de Sorte cada 12 de octubre para rendirle tributo y pedirle favores. Allí realizan rituales que incluyen bailes, cantos, ofrendas, sacrificios y posesiones espirituales. También se practican curaciones y limpiezas con tabaco, velas y aguardiente.
María Lionza es una expresión de la cultura y la identidad venezolana, que refleja el mestizaje y la resistencia de un pueblo. Su historia es un mito que se renueva constantemente con las creencias y las necesidades de sus seguidores.
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